Reflexiones...


Hoy en día el medio es bastante hostil...antes era impensable que padres de niños muy pequeños acudieran a consulta para exponer su impotencia con sus hijos de dos, tres, cuatro o pocos más años. Hoy es frecuente escuchar cómo a esas edades el niño los chantajea, no los deja dormir, sufre rabietas constantes, se niega ir a la cama...o se pone muy agresivo cuando le niegan algo.
Escucho padres que se sienten tensos, estresados, que se sienten impotentes ante las situaciones que les plantean sus hijos, y que no pueden ponerles los límites que tanto les demandan.
Algunos niños manifiestan una agresividad tremenda por su corta edad, una insatisfacción casi constante, demandas y manipulación permanente, una sintomatología que deja ver su búsqueda constante de seguridad, autoestima, de atención, de afecto, de tiempo, de dedicación...
En otro post comenté que todos los niños son únicos e irrepetibles, que nacen con su propio temperamento y que en función de éste y del ambiente que los rodea pueden ser niños tranquilos, afectivos, sociables, o presentar ciertas problemáticas para la que sus papás se encuentran sin recursos.
La adolescencia cada vez es más temida por padres y profesores, pero quizás lo más preocupante no sean los estallidos propios de esta fase sino el adelanto significativo en las edades en que los niños presentan estos problemas de conducta, de convivencia, y de sociabilidad.
Una parte importante de los casos se resuelve cuando ambos progenitores consiguen dedicar el tiempo, la atención y la continuidad necesaria para aplicar las mismas pautas con los niños.
En los casos más rebeldes conviene no postergar la visita a un especialista, cuanto más tiempo se alargue esta problematica, más le costará al niño y a los adultos que lo rodean encauzar la situación.
La mayoría de estas situaciones mejoran con la ayuda de un profesional, con paciencia y perseverancia y siguiendo las orientaciones dadas se termina encontrando una convivencia más gratificante para toda la familia y más sana desde el punto de vista psicológico

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