El proceso del duelo

Los adultos muchas veces nos preguntamos de que manera acompañar al niño o  al adolescente. Puede pasar al inicio del hecho sufrido que haya una renegación, a veces esto asusta a los adultos, pero forma parte del proceso normal, forma parte de los intentos saludables que realiza el niño para elaborar la pérdida. 
Los niños también elaboran la pérdida a través del juego y del dibujo. Existen mecanismos de defensa saludables que ayudan al niño o al adolescente a tramitar la pérdida. Hay que permitir y acompañar los llantos desplazados, quizás llore desconsoladamente porque se le perdió un juguete en lugar de llorar por la pérdida real directamente. Es normal que por momentos lloren y en otros momentos estén enojados, nos pasa también a nosotros los adultos. 
Tristeza y enojo. Es importante que los adultos acompañen y permitan estas emociones. Es fundamental no sobreprotegerlos, compartir el dolor es saludable. Frente a la muerte de un ser querido todos estarán transitando su propio duelo. 
También implica un proceso de duelo una separación, una mudanza, la muerte de una mascota, la pérdida de un trabajo. El duelo no sólo se refiere a la muerte de un ser querido.En éste proceso pueden aparecer regresiones, malestares físicos, miedos, miedo a morir, problemas de control de  esfínteres, hiperactividad. Si esto se rigidiza hay que prestar atención.

Cuando un malestar se rigidiza y se vuelve fijo, hay que hacer una consulta.