Poner límites no es ser autoritario

Algunas personas creen que poner límites a los hijos es una cuestión de opción, pero no saben que no hacerlo puede causar dificultades.
Educar a un niño es un proceso complejo, con situaciones inesperadas. El niño no acepta enseguida las explicaciones que le dan sus papás, por más claras y simples que sean, y muchas veces se hace necesario repetir y repetir un simple objetivo para alcanzarlo. 
Un padre con autoridad escucha y respeta a su hijo, aunque a veces lo trate de una manera más firme, pero siempre por su bienestar, para protegerlo, orientarlo y para que sea feliz.
Lo que pretendo decir en éste post es que si procedemos con seguridad y convicción de propósitos, con afecto y cariño, sin autoritarismo que no es lo mismo a tener autoridad, no se necesita levantar la voz para tener autoridad ni decir palabras que pueden quedar grabadas en la memoria y en el recuerdo,  los chicos comienzan a escuchar a los papás de otra manera.No poner límites es opuesto a dar amor, cariño, atención y seguridad. 
Los límites son una muestra de amor, se construyen en el día a día para que ese niño sea un adulto feliz.

1 comentario:

JULIAN I. IRIGOIN dijo...

Antonella;
Te felicito por el blog. Realmente muy buenos consejos.
Gracias por compartirlos y abrirte a que el mundo vea lo que encierra alguien, vos en este caso, en sus pensamientos. Eso es generosidad.
Mucha suerte.