Qué hacer frente a un berrinche?


Gritos, pataletas, rebeliones tienen su porque...











De pronto se hizo un gran silencio en el negocio. Los gritos y pataletas de Mariana terminaron por atrapar la atención y el asombro de todos. La mamá puso final episodio haciendo exactamente lo que no quería: comprarle a su hija de 3 años el juguete que exigía.
Todos los papás sienten en algún momento la tentación de ceder ante un berrinche porque están cansados, fastidiados o simplemente avergonzados. Entonces es cuando se convierten en cómplices y esto es lo que hay que tratar de evitar. No siempre un berrinche anuncia el derrumbe de la autoridad familiar. Según los resultados que obtenga su protagonista, el hecho puede ir no más allá de ser un episodio aislado, o convertirse en un método eficaz para manejar las situaciones a su antojo.
Los berrinches usados sistemáticamente como recurso para conseguir cosas (golosinas, juguetes, permisos...) muestran una falta de límites por parte de los adultos. Pero el niño puede estar pidiendo otra cosa, como atención, cuidado, mimo.
Adopta el berrinche como forma de pedir porque ha descubierto que le da resultado cuando otros recursos no funcionan. El berrinche puede también ser usado como forma de protesta, como estrategia para oponerse. Quizás esté mostrando un conflicto en la comunicación o en el vínculo con uno o ambos padres, o que hay algo en la situación o en la dinámica familiar que resulta disfuncional.
Cualquiera sea el motivo que desencadene este tipo de conductas, si se vuelven repetitivas y fuera de todo control para los padres y otros adultos que conviven con el niño ha llegado el momento de consultar con un especialista.

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