JUGAR


a las escondidas es la primera actividad lúdica del bebé y en ella elabora la angustia de desprendimiento, el duelo por un objeto que debe perder. A los cuatro meses el niño juega con su cuerpo y con los objetos; desaparece tras la sábana y vuelve aparecer; de este modo el mundo se oculta momentáneamente y vuelve a recuperarlo cuando sus ojos se liberan del objeto tras del cual estaba escondido. También juega con sus ojos: al cerrarlos y abrirlos tiene el mundo o lo pierde.
También con él algo aparece y desaparece: los sonidos. Es capaz de repetirlos una y otra vez; los escucha y su expresión cambia. Esos sonidos llamados laleos son su primer intento de expresión verbal. Como la palabra, comienzan por ser un objeto concreto para su mente, y también con él puede jugar. Su repetición es un juego verbal, puede hacer con los sonidos lo que ya experimentó con los objetos.

No hay comentarios.: