Que importante es el amor y la confianza que podemos transmitirle a los niños, para ello es fundamental la confianza y el amor a nosotros mismos. Ese amor y esa confianza les permitirá desarrollar su propia identidad. Ese amor y esa confianza es la que sentirá cuando sea adulto. Ese amor y esa confianza le posibilitará tolerar frustraciones. El amor y la confianza es vida.
Siempre digo, no hay nada más frustrante para un niño que ver a un adulto inseguro, los niños lo perciben todo, tienen como un sensor especial, son sensibles a todos los estímulos y no hay nada que los tranquilice más que las palabras de sus padres o de los adultos a cargo.
A través de lo que ven y lo que les transmitimos aprenden. Y sin duda, son nuestros mejores maestros.
Fomentemos en ellos el amor, la educación, la sinceridad, el respeto, la perseverancia, la capacidad de perdonar, la alegría, la lectura, la amistad y seguramente nos lo agradecerán, para un presente y un futuro donde los valores tienen un papel fundamental.
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