Ninguna Institución por mejor que sea cubrirá todas las expectativas de la familia.
Hay chicos a los cuales el colegio que los padres elegirían les resultaría terriblemente exigente y no están en condiciones de hacerlo ni de disfrutarlo. Puede suceder al revés también. Que los padres crean que va a ser muy difícil y a lo mejor es un chico que está en condiciones para una mayor exigencia. Esta diferenciación entre cuál es el colegio que es bueno para un chico y el que uno hubiera querido es una diferencia importante. Obliga a mirar más a los hijos que a un proyecto propio.
Todos los padres pueden y deben detenerse a pensar qué es lo que sus hijos pueden y les gusta o no. Seguramente hay papás más acostumbrados a hacer este ejercicio que otros, pero lo importante es que todos pueden hacerlo.
Por otro lado es muy importante conocer cuál es el Proyecto de la Escuela, lo que significa conocer cuál es el criterio de la Institución acerca del lugar del alumno, del lugar del docente, cuál su responsabilidad sobre el aprendizaje de los alumnos; la importancia que tienen los aprendizajes, los deportes, el arte, los aspectos emocionales, los grupales. La relación con otros proyectos, como pueden ser proyectos solidarios o sociales.
También es clave indagar acerca de cómo se maneja la cuestión de los límites, qué pasa con las sanciones, qué pasa cuando un alumno no hizo la tarea, cuáles son los criterios de evaluación, qué actitud toma la escuela cuando a un alumno no le va bien.
En una entrevista es conveniente que los papás vayan con algunas preguntas previas, relacionadas con el proyecto de la escuela y con los aspectos que a cada familia le interesa; pero la idea es ir a escuchar. Cuando uno escucha descubre otras preguntas.
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