Sugerido por la escuela, por el pediatra o por iniciativa de los propios padres, es un proceso donde exploraremos las mejores formas de abordaje sobre lo que está sucediendo. Estoy absolutamente convencida de que no importa cuál sea el problema que un hijo presente: el amor incondicional de los padres será indispensable para resolverlo.
Cuando hablo de amar incondicionalmente me refiero a poder sentir y mostrar con ellos todos los sentimientos, amor, enojo, aprobación, desaprobación, alegría, tristeza. No existen pasos que hay que seguir literalmente pero si caminos posibles, practicándolos hay más probabilidad de lograr los resultados deseados. Muchas cosas en la vida no funcionan por la falta de persistencia y sostenimiento.
A veces los malos comportamientos tienen la intención de proteger a uno de los padres o a la relación de pareja.
Pretender modificar solo conductas externas no es suficiente para lograr transformaciones de fondo.
Es fundamental trabajar en los planos internos porque los externos son reflejo de los primeros.
